sábado, 11 de diciembre de 2010

IDEARIUM por Bob Dylan



Cuando la cabeza te dé vueltas y el cerebro quede insensible,

Cuando creas que eres demasiado viejo, demasiado joven,

demasiado listo o demasiado tonto.

Cuando te estés quedando atrás, perdiendo el paso.

Arrastrándote lentamente en el agitado curso de la vida.

No importa lo que hagas si empiezas dándote por vencido [...]

Si el viento te aparta a un lado mientras te sujetas con una mano

y se suelta la otra y el sentimiento ha muerto.[...]

Y aunque la madera sea fácil de encontrar tú no tienes nada

que ganar al ir por ella.

Y tu vereda empieza a dar vueltas y tu calle se hace demasiado larga.[...]

Y mañana por la mañana parece estar demasiado lejos. [...]

Y tu desierto cubierto por el sol y tus valles siempre verdes

se vuelven barrios bajos deshechos y callejuelas llenas de cubos de basura.[...]

Y todo tu mundo se cierra con estrépito.

Y tus minutos de sol se vuelven horas de tormenta.

Y de vez en cuando te dices a ti mismo

"Nunca supe que fuera a ocurrir así...

¿Por qué no me lo dijeron el día que nací?".[...]

Y estás buscando algo que no has encontrado del todo todavía.[...]

Y hay algo en tu mente que te gustaría estar diciendo.

Que alguien en algún lugar debería estar escuchando.

Pero sigue atrapado en tu lengua y aprisionado en tu cabeza.

Y eso te molesta horrores cuando estás tumbado en la cama

y por mucho que lo intentas no puedes decirlo.

Y hasta en el alma tienes miedo al pensar que podrías olvidarlo.

Y tus ojos nadan por las lágrimas que hay en tu cabeza.

Y tus almohadas de plumas se convierten en mantas de plomo.[...]

Y te preguntas qué demonios estoy haciendo

En esta carretera por la que voy caminando, en esta senda que estoy tomando

En esta curva que estoy dando

En este camino que estoy recorriendo, en este sitio que estoy ocupando

En este aire que estoy respirando

¿Tan confundido estoy, tan totalmente confundido?

¿Por qué estoy caminando, hacia dónde estoy corriendo,

Qué estoy diciendo, que estoy aprendiendo

De esta guitarra que estoy tocando, de este banjo que estoy acariciando

De esta mandolina que estoy rasgueando, de esta canción que estoy cantando

De la melodía que estoy tatareando, de las palabras que estoy escribiendo

De las palabras que estoy pensando

De este océano de horas del que bebo continuamente?

¿A quién estoy ayudando, qué estoy destrozando

Qué estoy dando, qué estoy recibiendo?

E intentas con toda el alma

no pensar esos pensamientos y no permitir que

ganen terreno.

O que hagan que tu corazón lata con más fuerza

Pero tú sabes por qué dan vueltas a tu alrededor

Esperando una ocasión para salir y dejarse caer

Por que a veces los oyes cuando la noche se cierne furtivamente

Y tienes miedo de que puedan sorprenderte durmiendo

Y saltas de la cama, del último capítulo del sueño

Y no puedes recordar por más que lo intentas

si eras tú quien daba gritos en el sueño.

Y sabes que es algo especial lo que necesitas.

Y te das cuenta de que ninguna droga hará nada por aliviarte

y que no hay alcohol en la tierra que logre que tu cerebro deje de sangrar.

Y necesitas algo especial

Sí, necesitas algo especial, de acuerdo.[...]

Necesitas que abra una nueva puerta

para mostrarte algo que ya has visto antes

pero que pasaste por alto unas cien veces, quizás más.

Necesitas algo que te abra los ojos.

Necesitas algo que te haga comprender

que eres tú y nadie más el dueño

del sitio que ocupas, del lugar en que estás sentado.

Que el mundo no te tiene vencido

Que no te tiene derrotado.

No puede volverte loco no importa cuántas veces

puedas ser maltratado.

Necesitas algo especial, de acuerdo.

Necesitas algo especial que te dé esperanza,

aunque esperanza sea sólo una palabra

que quizás dijiste o quizás oíste

en el rincón de alguna curva muy abierta.

Pero eso es lo que necesitas y lo necesitas de verdad, amigo

Y tu problema es que lo sabes demasiado bien. [...]

Porque no puedes encontrarlo en un billete de dólar[...]

No, no está en los chismes que la gente te está contando

Y no está en la loción contra granos que la gente está vendiéndote[...]

Y no está en los ruidos de malvavisco de las voces de pastel de chocolate

Que vienen llamando y golpeando en la envoltura navideña

Diciendo: ¿no soy guapo, no soy lindo?, y mira mi piel

Mira el brillo de mi piel, mira el resplandor de mi piel

Mira la risa de mi piel, mira el llanto de mi piel

Cuando ni siquiera puedes sentir si tiene entrañas

Esa gente tan hermosa, con sus cintas y sus lazos.[...]

Y no puedes encontrarlo en los tontos sin talento

Que están a tu alrededor adulando

Y que hacen las leyes para los que tienen talento

Y no está en los que no tienen talento y creen que lo tienen

Y piensan que te están engañando.[...]

Y te gritas a ti mismo y arrojas el sombrero

Diciendo: ¿tengo que ser de esta manera?

¿no hay nadie aquí que sepa de qué voy yo?

¿no hay nadie aquí que sepa cómo me siento?

Dios Todopoderoso

NADA DE ESTO ES REAL

No, pero ése no es tu juego, ni siquiera tu estilo

No puedes oír tu nombre, no puedes ver tu cara

Tienes que mirar a otro lado

Y ¿dónde buscas esa esperanza?[...]

¿Dónde buscas esa esperanza que sabes que está allí

Y fuera de allí en algún otro lugar?

Y tus pies sólo pueden caminar por dos clases de carreteras

Tus ojos sólo pueden mirar por dos clases de ventanas

Tu nariz sólo puede oler dos clases de vestíbulos [...]

[...]Ultimos pensamientos sobre Woody Guthrie / Por Bob Dylan [...]

No hay comentarios:

Publicar un comentario