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jueves, 30 de diciembre de 2010

¡Hazte un buen té!

Aunque parezca una tontería, el ritual de preparación del té ¡es algo bastante complejo! Si queremos disfrutar de un buen té, no podemos tomarnos a la ligera ni las cantidades ni los tiempos de infusión, ya que esto es como la fotografía, si nos pasamos en los tiempos de exposición nos va a quedar un té oscuro pero también amargo.


Cómo preparar el té.

Para empezar, hay que utilizar siempre que se pueda agua fresca o embotellada. A mayor calidad del agua, mayor calidad del té.

Antes de poner el té en la tetera, caliéntala vertiendo en su interior una taza de agua caliente y moviendo ligeramente para que llegue a todos los rincones. Vuelca ese agua y comienza a preparar el té.

Para preparar un té con un sabor puro, es importante no utilizar detergentes para lavar la tetera. Por eso siempre va bien desifectarla con agua caliente antes de utilizarla. Además, esa medida ayudará a que el té conserve su temperatura en los fríos días de invierno.

A partir de aquí, solo tendrás que seguir las indicaciones de estas tablas para poner la temperatura y los tiempos exactos adecuados para cada tipo de té que vayas a preparar.

Como ejemplo, os explico el ritual completo para tomar un buen té verde, que suele ser el más común.

  • Empieza con 1/2 de una cucharada de postre rasa por 170 mililitros de agua (después lo ajustarás a tu gusto, pero de momento empieza así).
  • Hierve agua durante aproximadamente 10 segundos.
  • Retira el agua del calor. Deja que su temperatura baje a unos 85 grados centígrados (si puedes, compruébalo con un termómetro; si no, déjalo enfriar durante unos cinco minutos) antes de verterla sobre las hojas de té.
  • Deja el té verde en infusión durante dos-tres minutos, y el té semi-negro durante cinco minutos, a no ser que el tipo de té que estés utilizando pida otra cosa. ¡Mide el tiempo!
  • Cuela el té con un colador muy fino y disfruta.

Fuente: http://www.tebebo.com/pagina.php?n=preparar-te

viernes, 19 de noviembre de 2010

Orígenes del té.


UN ORIGEN LEGENDARIO

Según la leyenda china, el emperador y erudito Shen Nung, descubrió las propiedades beneficiosas del té. Una de sus sabias normas fue que durante su reinado, toda el agua destinada para el consumo humano fuese previamente hervida. Cuentan que un día del año 2737 aC cuando Shen Nung estaba descansando junto a un árbol de té silvestre, una ligera brisa agitó las ramas con tan buena fortuna que algunas hojas fueron a caer en el agua que estaba hirviendo. La infusión resultante le pareció deliciosamente refrescante y reconstituyente, y así fue como descubrió el té.

EL TE CONQUISTA CHINA

Evidentemente resulta imposible saber si Shen Nung existió en realidad o si simplemente es la encarnación mítica. Pero sean cuales fueran sus orígenes, la popularidad del té en China en aquella época es un hecho aceptado por los estudiosos.

La popularidad del té creció rapidamente en China durante los siglos IV y V. El té se entregaba como regalo a los emperadores,

empezó a encontrarse en tabernas, tiendas de vino y posadas. Se suele afirmar que la "edad de oro" del té corresponde a la época de la dinastía Tang (618-906 dC). El té ya no era solo un tónico medicinal, sino que se bebía tanto por sus propiedades reconstituyentes como por placer.


DE CHINA A JAPÓN

En la historia de Japón consta que en el año 729 dC, el emperador Shomu sirvió té a cien monjes budistas en su palacio. Puesto que entonces no se cultivaba té en Japón, las hojas debían proceder de China.

Se cree que las primeras semillas para cultivo las llevó Dengyo Daishi, un monje que estuvo estudiando en China y que a su vuelta las plantó en las tierras del monasterio. Sirvió una infusión elaborada con té de sus primeras plantaciones al emperador Saga, a quien, al parecer, le gustó tanto que ordenó que se cultivase té en cinco provincias cercanas a la capital. Entre finales del siglo IX y el siglo XI, las relaciones entre China y Japón se deterioraron, con lo que el té dejó de ser apreciado y consumido en la Corte por tratarse de un producto chino.

EL TE LLEGA A OCCIDENTE

Cuando el portugués Vasco de Gama logró hacer realidad el antiguo sueño de llegar a China por mar, se estableció una relación comercial con china con base en Macao. Los españoles, holandeses e ingleses se fueron incorporando a esta nueva ruta comercial, siendo recibidos siempre con gran frialdad por parte de las autoridades chinas.


En 1595, un navegante holandés llamado Jan Hugo van LinSchooten publicó un relato de sus viajes a Japón, en los que detallaba la ceremonia Japónesa del té. En gran parte a consecuencia de este relato, los holandeses establecieron una base comercial en la isla de Java y en 1606 la Compañía Holandesa de las Indias Orientales traía a Europa el primer cargamento importante de té, siendo desde entonces una de las principales mercancías transportados por las naves procedentes de China.

Hacia 1630, la alta sociedad de Londres, Amsterdam y París se había aficionado por completo al té. Con la reducción de los precios generada por el cada vez más abundante transporte marítimo, en las siguientes decadas el té fue conquistando prácticamente todos los países europeos aunque en muchos de ellos fue una moda pasajera. No obstante, en Inglaterra, Irlanda y Rusia el té paso a formar parte de la cultura polular.

EL TÉ EN LA INDIA

En el año 1823 unos nativos le ofrecieron cierta infusión al mayor Robert Bruce, perteneciente a la guarnición de Assam, en el norte de la India. Convencido de que aquello no era otra cosa que té, pidió que se le mostrara la planta de procedencia, sorprendiendose de que numerosos arboles de té crecían silvestres en aquella zona. De inmediato mandó una muestra al jardín botánico de Calcuta, donde la especie fue clasificada como Camellia assamica pero extrañamente nadie pareció interesarse en su explotación comercial, pensando al parecer que nunca podría compararse al "auténtico" té chino.

Fuente:http://www.elracodelte.com

jueves, 28 de octubre de 2010

6 curiosidades sobre el té.

Cómo el propio nombre del blog indica, de vez en cuando os iré poniendo algunas curiosidades sobre tés que a mi me han impactado o que simplemente me parece interesante comentar aquí.

¡Y por supuesto os animo a uniros a tomar este delicioso producto! Os aseguro que cuando cojáis costumbre ¡no os podréis desenganchar!

  • El té proviene de una sola planta:Camellia sinensis. La cual da como resultado tres diferentes tipos de tés: negro, verde y oolong; todo depende de cómo la hoja fue procesada. Para el té negro la hoja se deja secar al aire para que se oxide. En el caso del verde, la hoja se procesa menos para que conserve su color verde y su sabor delicado. El Oolong es el justo medio entre el negro y el verde.
  • Los tés herbales, no lo son… son infusiones. Té es solo el que proviene de la hoja de la Camellia sinensis.
  • El té puede ayudar a evitar el cáncer, pero no se está muy seguro que ayude a eliminarlo. Eso sí, tiene un alto contenido de flavonoides que evitan muchas enfermedades.
  • Es mentira que el té negro tiene más cafeína que el té verde, sólo son diferentes por su procesamiento, pero la cafeína es la misma.
  • En la medida de lo posible, es mejor comprar el té en hojas sueltas, que en bolsita…
  • Si usas bolsita, primero debes de poner esta en la taza y luego agregar el agua caliente.
* con información del Chicago Tribune

fuente: http://curiosidadesgastronomicas.com/?p=1774