martes, 23 de noviembre de 2010

Poetas modernos.

Nunca pudo decidir
siempre tuvo cerca su botin
el sueño era fugaz, si,
con un ojo abierto y otro en paz.

En memoria de este gran hombre, músico y poeta.





Fue
el día en que escuché tu voz,
seguí su eco hasta un rincón.
Allí tomó la forma de canción.

Hoy
no hay ley que pueda atarte a mí.
Por eso sueño junto a ti.
Pues nunca dices nada por decir.
Es sensible y racional.

Yo me ocupo en descubrir
toda su facilidad para entenderme y sonreír.
Ella es mujer, niña, ella es mi chica.
Pues sin moverse me trae el Levante y el Sol.
Queriendo y sin darme cuenta
como un espejo reflejo su brillo y color.







Un momento en un agenda,
una décima de segundo más.
Vuela, va saltando de hoja en hoja
mil millones de instantes de que hablar.

Una ráfaga de aire frío,
un molino de viento hace girar.
Sigue, va rodando sobre su eje
describiendo una trayectoria más.

Y es que no hay nada mejor que revolver
el tiempo con el café.
Es que no hay nada mejor que componer
sin guitarra ni papel.
Paralelas, vienen siguiéndome.
Espacio y tiempo juegan al ajedrez.

Ahora tú, no dejes de hablar.

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